Mitos y verdades sobre el chocolate

Pocos alimentos son tan deseados y tienen tantos seguidores como el chocolate; de hecho, es difícil encontrar a una persona a la que le guste poco, y mucho menos a la que no le guste nada. Quizá por eso, algunos sectores comerciales han visto en la producción de este manjar un negocio redondo, y muchos mitos se han creado alrededor de él casi convirtiéndolo en el alimento perfecto.

Se dice sobre el chocolate que nos hace sentir euforia, que es antidepresivo, que sirve para adelgaza, que es afrodisíaco y que incluso previene enfermedades del corazón; como quién dice, toda una fuente de salud. Claro que cuando uno se imagina llevando una vida saludable tal y como aconsejan todos los profesionales de la sanidad, lo último en que piensas es en atiborrarte de una buena tableta de esta tentadora delicia. Claro que si empezamos luego podemos tener muchos problemas para dejarlo, ya que todo el mundo parece estar de acuerdo en que causa adicción; aunque si es un casi un milagro de la alimentación, ¿qué problema hay?

El problema es que no se habla correctamente de las propiedades del chocolate, ni se dice toda la verdad. Hay que empezar hablando de que muchas de estas propiedades no son suyas, sino de su ingrediente principal, el cacao; así, cuanta más cantidad de cacao intervenga en la fabricación del chocolate, se considerará más puro, y sus propiedades podrán apreciarse en toda su plenitud. La variedad llamada chocolate negro sería en este caso la más beneficiosa.

El cacao es un fruto que contiene un elemento llamado flavonoides, que son muy útiles para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, y también degenerativas, puesto que son unos antioxidantes naturales. El consumo regular de ellos es muy beneficioso para nuestra salud, pero no es algo que se encuentre solamente en el cacao, puesto que muchos otros alimentos de consumo diario como frutar y verduras los tienen entre sus componentes. Así, no se trata de creer que el chocolate podría ser un alimento milagroso, sino de introducirlo en nuestra dieta alimentaria con precaución y siempre con un consumo adecuado.

Así que no os engañen, una dieta variada es siempre la mejor opción ya que no existen los súper alimentos; y tampoco tiene nada de malo darse alguna vez que otra un caprichito, aunque sabiendo realmente lo que comemos.